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El Euro Digital y el Control Social a través de la Economía: Una Perspectiva Histórica y el Impacto de las CBDC

A lo largo de la historia, los sistemas económicos han sido utilizados como herramientas para ejercer control social. Desde los tributos en las sociedades antiguas hasta los modernos sistemas fiscales y bancarios, el control del dinero ha permitido a los poderes establecidos moldear comportamientos, limitar libertades y consolidar su autoridad. En la actualidad, las monedas digitales de bancos centrales (CBDC, por sus siglas en inglés) representan una nueva etapa en esta evolución, con el euro digital como uno de los proyectos más destacados en Europa. Este artículo explora cómo las CBDC, incluido el euro digital, se insertan en esta tradición histórica de control económico y social, analiza los proyectos en marcha, su evolución, éxito y los impactos en las sociedades donde se implementan.

Enfoque Histórico: Control Social a través de la Economía

El uso de la economía como herramienta de control social no es nuevo. En las civilizaciones antiguas, como Egipto o Mesopotamia, los impuestos en especie (grano, ganado) aseguraban la dependencia de los súbditos hacia el Estado, que redistribuía estos recursos para mantener el orden social. En la Edad Media, los señores feudales controlaban la producción agrícola y los diezmos, limitando la movilidad de los campesinos. Con la modernización de los Estados-nación, los sistemas fiscales se sofisticaron, utilizando impuestos y multas para incentivar o desincentivar comportamientos específicos, como el consumo de alcohol o tabaco.
En el siglo XX, los avances tecnológicos permitieron un control más granular. La introducción de cuentas bancarias y tarjetas de crédito creó registros detallados de las transacciones, reduciendo el anonimato del efectivo. Gobiernos y bancos comenzaron a monitorear flujos financieros para combatir el lavado de dinero, el fraude fiscal o el financiamiento del terrorismo, pero también para influir en las decisiones individuales. Por ejemplo, los incentivos fiscales para la compra de viviendas o el ahorro para la jubilación moldean las prioridades económicas de los ciudadanos.
En este contexto, las CBDC representan un salto cualitativo. A diferencia del efectivo, que permite transacciones anónimas, las monedas digitales centralizadas registran cada movimiento, ofreciendo a los bancos centrales y gobiernos un nivel de supervisión sin precedentes. Este potencial de control ha generado debates sobre la privacidad, la autonomía individual y el equilibrio entre seguridad y libertad.

Proyectos de CBDC en Marcha: Estado Actual

Según datos del Atlantic Council (2024), más de 133 países, que representan el 98% del PIB mundial, están explorando CBDC, con todos los miembros del G20 y BRICS en fases de investigación o implementación. A continuación, se destacan algunos proyectos relevantes, su evolución, éxito y su impacto en el control económico y social, incluyendo el caso de Suecia:
  1. E-krona (Suecia)
    • Estatus: En fase de investigación y pruebas piloto desde 2017. El Sveriges Riksbank, el banco central sueco, ha estado explorando el e-krona como un complemento digital al efectivo, sin una decisión final sobre su emisión. En 2020, comenzó pruebas técnicas con Accenture, simulando pagos, depósitos y retiros en un entorno controlado. En 2021, se asoció con Handelsbanken, el mayor banco comercial del país, para probar su uso en transacciones reales. La tercera fase del piloto, iniciada en 2021, se centra en escalabilidad, funciones offline y colaboración con bancos nórdicos y el Banco de Pagos Internacionales (BIS) para pagos transfronterizos. Un informe de marzo de 2023 concluyó que actualmente no hay una necesidad social suficiente para emitir el e-krona, pero el Riksbank insiste en la necesidad de desarrollar legislación para acortar plazos si se decide su lanzamiento en el futuro.

    • Evolución y Éxito: Suecia, con solo el 1% de su PIB en efectivo en 2018, es una de las sociedades más digitalizadas del mundo, lo que la convierte en un campo de prueba ideal para las CBDC. El e-krona se basa en tecnologías como blockchain y tokens digitales, con pruebas enfocadas en pagos 24/7, interoperabilidad transfronteriza y resiliencia del sistema. Sin embargo, la adopción enfrenta desafíos: los bancos comerciales temen perder depósitos si los ciudadanos prefieren cuentas directamente con el Riksbank, lo que podría desestabilizar el sistema financiero. Además, la baja demanda percibida y los altos costos de desarrollo han generado escepticismo público. El Riksbank estima que un lanzamiento completo podría tomar hasta 2026, según declaraciones del gobernador Stefan Ingves en 2021.
    • Impacto en Control Económico y Social: El e-krona está diseñado para complementar el efectivo, manteniendo el acceso a dinero estatal en un contexto de declive del uso de billetes (menos del 10% de las transacciones). Sin embargo, su naturaleza trazable plantea preocupaciones sobre la privacidad. A diferencia del efectivo, las transacciones con e-krona podrían ser monitoreadas, facilitando la lucha contra el lavado de dinero, pero también permitiendo un mayor control estatal sobre los hábitos de gasto. El Riksbank ha prometido cumplir con regulaciones de privacidad y anti-lavado de dinero (AML/KYC), pero la posibilidad de pagos rastreables ha generado críticas, como las del banquero Masih Yazdi, quien advirtió que “nada de lo que compres será anónimo”. En un país con alta confianza en las instituciones, el impacto en el control social es menos pronunciado que en casos como China, pero el riesgo de vigilancia persiste si no se implementan salvaguardas robustas.

  2. Yuan Digital (e-CNY, China)
    • Estatus: Lanzado en 2019, el yuan digital es el proyecto CBDC más avanzado. Está en fase de implementación masiva, con pruebas en más de 20 ciudades y uso en transacciones cotidianas, desde transporte hasta comercio minorista.
    • Evolución y Éxito: China ha integrado el e-CNY en plataformas como WeChat y Alipay, logrando una adopción significativa. En los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022, se permitió a extranjeros usar el yuan digital, demostrando su interoperabilidad. El Banco Popular de China reporta transacciones por miles de millones de yuanes, aunque aún no reemplaza al efectivo.
    • Impacto en Control Económico y Social: El e-CNY opera en una plataforma centralizada que registra todas las transacciones, permitiendo al gobierno chino rastrear flujos financieros en tiempo real. Esto ha facilitado la lucha contra el lavado de dinero y la corrupción, pero también ha levantado preocupaciones sobre vigilancia masiva. Por ejemplo, el sistema puede limitar transacciones de individuos específicos o imponer restricciones basadas en políticas gubernamentales, como ocurrió con algunas cuentas durante protestas locales. Críticos como Elon Musk han advertido sobre el potencial de las CBDC para convertirse en herramientas de coerción, citando el caso chino como un ejemplo de control orwelliano.
  3. Sand Dollar (Bahamas)
    • Estatus: Lanzado en 2019, fue la primera CBDC minorista del mundo. Está diseñada para uso general, con paridad al dólar estadounidense.
    • Evolución y Éxito: El Sand Dollar busca mejorar la inclusión financiera en un país donde el 18% de la población está desbancarizada y los huracanes dificultan la distribución de efectivo. Aunque su adopción es limitada (menos del 10% de las transacciones totales), ha tenido éxito en áreas rurales y en pagos digitales seguros.
    • Impacto en Control Económico y Social: El Sand Dollar requiere identificación para las transacciones, reduciendo el anonimato. Esto ha permitido al gobierno monitorear subsidios y combatir el fraude, pero también ha generado preocupaciones sobre la privacidad en una sociedad donde el efectivo era la norma. Sin embargo, su impacto en el control social es limitado debido a la baja adopción y la falta de infraestructura para un monitoreo extensivo.
  4. Jam-Dex (Jamaica)
    • Estatus: Lanzado en julio de 2022, está en fase de expansión.
    • Evolución y Éxito: Jamaica ha promovido el Jam-Dex para reducir la dependencia del efectivo y aumentar la inclusión financiera. En 2023, se reportó un crecimiento en su uso, especialmente en áreas urbanas, aunque la adopción sigue siendo lenta debido a la preferencia por el efectivo (59% de las transacciones en la región en 2022).
    • Impacto en Control Económico y Social: El Jam-Dex permite al Banco de Jamaica rastrear transacciones, lo que ha mejorado la transparencia en la distribución de subsidios. Sin embargo, la falta de anonimato ha generado resistencia entre ciudadanos preocupados por la vigilancia gubernamental, especialmente en un contexto de desconfianza hacia las instituciones.
  5. Euro Digital (Unión Europea)
    • Estatus: En fase de investigación, con una etapa exploratoria concluida en octubre de 2023. El Banco Central Europeo (BCE) planea un posible lanzamiento entre 2025 y 2026.
    • Evolución y Éxito: El BCE ha realizado prototipos para integrar el euro digital en los sistemas de pago existentes, enfocándose en la interoperabilidad y la seguridad. Sin embargo, el proyecto enfrenta desafíos técnicos y políticos, incluyendo debates sobre privacidad y el impacto en los bancos comerciales. Un post en X del 12 de marzo de 2025, citando a Christine Lagarde, sugirió un lanzamiento en octubre de 2025, aunque esta afirmación no está confirmada oficialmente y debe tratarse como especulativa.
    • Impacto en Control Económico y Social: El euro digital está diseñado como un complemento al efectivo, con promesas de proteger la privacidad. Sin embargo, expertos advierten que su naturaleza centralizada podría permitir a los gobiernos rastrear transacciones, imponer límites de gasto o programar dinero para usos específicos (por ejemplo, restringir compras de ciertos bienes). En un contexto europeo, donde la privacidad es un derecho fundamental, el BCE enfrenta presión para equilibrar seguridad y anonimato. La experiencia de China con el e-CNY ha alimentado temores sobre un futuro donde el euro digital pueda usarse para sanciones individuales o control social, especialmente en crisis políticas.
  6. Drex (Brasil)
    • Estatus: En fase piloto desde 2023, con una segunda etapa iniciada en junio de 2024. Está diseñado como una CBDC mayorista para transacciones interbancarias, aunque se exploran usos minoristas.
    • Evolución y Éxito: El proyecto Drex, apoyado por Microsoft, ha avanzado en pruebas de privacidad y seguridad, utilizando tecnologías como blockchain y Zero-Knowledge Proofs. Se espera que esté operativo a gran escala en 2026. Su enfoque en interoperabilidad transfronteriza lo posiciona como un modelo innovador.
    • Impacto en Control Económico y Social: Como CBDC mayorista, el impacto directo de Drex en los ciudadanos es limitado. Sin embargo, su potencial expansión a usos minoristas podría introducir un nivel de monitoreo similar al de otras CBDC. Brasil ha enfatizado la inclusión financiera, pero la centralización de datos financieros podría facilitar la vigilancia estatal en el futuro.

Impacto General de las CBDC en el Control Económico y Social

Las CBDC ofrecen beneficios claros, como la inclusión financiera, la reducción de costos de manejo de efectivo y la eficiencia en pagos transfronterizos. Sin embargo, su diseño centralizado plantea riesgos significativos para la privacidad y la autonomía individual. A diferencia de las criptomonedas descentralizadas como Bitcoin, las CBDC están controladas por bancos centrales, lo que permite:
  • Rastreo de Transacciones: Cada transacción queda registrada, eliminando el anonimato del efectivo. Esto puede usarse para combatir delitos financieros, pero también para monitorear comportamientos individuales, como en el caso del e-CNY o el potencial del e-krona.
  • Programabilidad: Las CBDC pueden diseñarse para limitar usos específicos (por ejemplo, restringir compras de alcohol o imponer fechas de caducidad al dinero), lo que da a los gobiernos un control directo sobre el gasto.
  • Exclusión Financiera Selectiva: Los gobiernos podrían congelar cuentas o limitar transacciones de individuos o grupos, como se ha visto en experimentos con el e-CNY.
  • Impacto en Bancos Comerciales: Las CBDC podrían desplazar depósitos de bancos comerciales, forzando a los ciudadanos a depender directamente de los bancos centrales, lo que concentra el poder financiero. En Suecia, este riesgo ha sido señalado por bancos como SEB.

En sociedades democráticas como la UE o Suecia, las preocupaciones sobre la privacidad han llevado a promesas de anonimato parcial, pero la implementación técnica de estas garantías sigue siendo incierta. En países con menor tradición democrática, como China, las CBDC han fortalecido el control estatal, alimentando temores sobre un futuro distópico donde el dinero digital sea una herramienta de manipulación social.

Conclusión

El euro digital, el e-krona y otras CBDC son la última evolución en una larga historia de control social a través de la economía. Desde los tributos antiguos hasta las monedas digitales modernas, el dinero ha sido un instrumento para moldear sociedades. Proyectos como el e-CNY, el Sand Dollar, el Jam-Dex, el e-krona y el Drex muestran avances en inclusión financiera y eficiencia, pero también revelan el potencial de las CBDC para aumentar la vigilancia y el control estatal. En Europa y Suecia, la promesa de equilibrar innovación y privacidad es clave, pero su éxito dependerá de cómo se aborden los riesgos de centralización.
Para los ciudadanos, el desafío es claro: exigir transparencia, salvaguardas de privacidad y límites al poder de los bancos centrales. Sin estas garantías, las CBDC podrían transformar no solo la economía, sino también la relación entre individuos y Estado, consolidando un control económico y social sin precedentes. Como ciudadanos informados, debemos participar en el debate y presionar por un diseño de CBDC que priorice la libertad y la autonomía.

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